La novela no es el género de las respuestas, sino el de las preguntas:
escribir una novela consiste en plantearse una pregunta compleja para
formularla de la manera más compleja posible, no para contestarla, o no
para contestarla de manera clara e inequívoca; consiste en sumergirse en
un enigma para volverlo irresoluble, no para descifrarlo (a menos que
volverlo irresoluble sea, precisamente, la única manera de descifrarlo).
Ese enigma es el punto ciego, y lo mejor que tienen que decir estas
novelas lo dicen a través de él: a través de ese silencio pletórico de sentido, de esa ceguera visionaria, de esa oscuridad radiante, de esa ambiguedad sin solución. Ese punto ciego es lo que somos.
J.Cercas
J.Cercas