Están hechos de la misma pasta todos aquéllos que os hablan de sus amores elevados, de la tumba de su madre, de su padre, de sus benditos recuerdos, besan las medallas, lloran a la luz de la luna, deliran de ternura al ver a un niño, desfallecen en el teatro, adoptan un aire pensativo ante el Océano. ¡Farsantes! ¡Farsantes! ¡Eternos saltimbanquis! Dan el salto del trampolín sobre su propio corazón con objeto de conseguir alguna cosa.
G.Flaubert